miércoles, 4 de mayo de 2011

MARIHUANA


Los efectos dependen de la concentración de thc, de las características y enzimas de cada persona y de la vía de administración. Sus efectos son peores en jóvenes. Algunos efectos de la marihuana son inmediatos, otros se producen con el uso continuado.

Efectos inmediatos
  • Unas veces hay euforia e irrealidad; otras veces dificultades de atención y temores.
  • Se altera la percepción sensorial; aparece un exceso de sensibilidad y sugestionabilidad que produce altibajos y cambios de humor. Perturba el cerebro originando una situación de risa tonta con la mirada perdida, fantasías, desorientación, incluso alucinaciones.
  • Aparición de la dejadez, indiferencia, pasotismo, pérdida de energía para moverse, falta de ilusión y de motivación, que invita a tomar de nuevo la droga.
Efectos secundarios de la marihuana:
  • Efectos físicos: La marihuana deteriora los pulmones y las células, sobre todo los glóbulos blancos y los espermatozoos. Disminuye las defensas. Un sólo porro deja más alquitrán en los pulmones que varios cigarrillos entre otros motivos porque se fuma sin filtro.
  • Efectos psíquicos: La marihuana distorsiona la percepción estropeando la sensibilidad, disminuye la memoria y la voluntad, dificulta pensar, aprender y tomar decisiones, produce ansiedad y agresividad alterando el equilibrio psíquico. Hace perder interés y motivación por las cosas normales. Causa daños cerebrales. Aumenta el desorden personal y se deteriora el aspecto externo.
  • Efectos sociales: La marihuana produce disgustos familiares, inestabilidad laboral, pérdida de capacidades profesionales, actos delictivos, propagación de la droga, aislamiento en grupos de drogadicción. La marihuana es el paso previo a drogas más.
La marihuana no es ninguna broma.


Sin embargo su uso también provoca efectos positivos en el tratamiento de algunas enfermedades como:

Alzheimer 
Una investigación, llevada a cabo con sujetos enfermos de Alzheimer que rechazaban comer reveló que: el peso corporal de los sujetos que participaron en el estudio se incrementó y disminuyó la severidad de los trastornos de conducta. Los efectos secundarios incluyeron euforia, somnolencia y cansancio. Está por estudiar el papel del cannabis como neurogenerador en el caso de enfermedades que provocan la degeneración de las neuronas, como el Alzheimer. Uno de los componentes del cannabis podría tener la posibilidad de regenerar las neuronas (únicas células del organismo que no se regeneran por sí solas). En la actualidad, no se conoce ninguna sustancia que cumpla tal función en los seres humanos.
Cáncer 
El cannabis actúa sobre parte de los efectos secundarios que sufren los pacientes que están en tratamiento con quimioterapia. Es frecuente que ésta provoque nauseas, vómitos o disminución del apetito, trastornos sobre los que el cannabis suele tener gran efectividad. Consumido antes de las sesiones de quimioterapia evitan las nauseas que se sufren inmediatamente después.
Un campo casi sin explorar, paralelo al del alivio de los efectos de la quimioterapia, son los efectos antitumorales del cáñamo. En el año 2000 el madrileño Manuel Guzmán logró curar en ratas dos tipos de tumores cerebrales incurables en humanos,  inyectado concentrados de THC (entre otras sustancias), con la ventaja de que la sustancia destruye las células infectadas por el cáncer pero deja intactas las que están sanas. Otros experimentos con animales han sugerido que algunos cannabinoides tienen propiedades reductoras sobre otro tipo de tumores.
Dolor crónico 
Esta dolencia suele ser tratada con opiáceos y diversos analgésicos sintéticos. Los opiáceos crean adicción y desarrollan tolerancia. Los analgésicos no adictivos a menudo no son lo suficientemente potentes. Desde 1975 se lleva estudiando los efectos beneficiosos del cannabis para esta dolencia. Así el THC calma el dolor mientras se consuma en dosis no inferiores a los 5-10 miligramos en la misma proporción que los opiáceos, con la ventaja de que sus efectos secundarios no son ni la mitad de graves. También vale en el caso de dolores sufridos a causa de traumatismos o de otros tratamientos, intervenciones quirúrgicas, etc.
SIDA 
La combinación de fármacos que se administra a los enfermos de SIDA resulta una terapia tremendamente agresiva para el organismo. Además de vómitos, algunos compuestos del tratamiento, pueden provocar problemas en el aparato digestivo y atacar los riñones del paciente. El cannabis ayuda a sobrellevar la terapia, estimulando el apetito, reduciendo los vómitos y aliviando los espasmos musculares, el dolor o la fatiga crónicos. Los pacientes que sufran de SIDA, teniendo en cuenta el debilitamiento que sufren en sus defensas, podrían optar por no fumar la yerba, dado el riesgo de sufrir enfermedades o infecciones en el aparato respiratorio.

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